dilluns, 6 de setembre del 2010



Hay momentos en la vida en que una sola decisión, en un solo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo; cuando decides tirar para adelante; cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea… Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz. Podrá hacer de ti un héroe o un criminal. Podrá llevarte al cielo o al infierno, podrá cambiar tu vida , transformarla totalmente y hacer que te sientas mal sin ella y que tus sueños siempre sean los mismos, te quiero!

dissabte, 21 d’agost del 2010


Las luces encendidas, te veo andar moviendo las caderas, andas hacia un lugar infinito y te pierdes entre la multitud, un simple parpadeo me ha servido para perderte la pista.
Pasa el tiempo y tu sigues sin aparecer, hasta que a los lejos veo una sombra y una silueta que parece ser la tuya. Te miro tanto que acabas descubriendome, te acercas a mi con tu contoneo, y me das dos besos que parecen caídos de la nada. Me agarras las manos, noto que tus manos son suaves y al mismo tiempo están frías, yo de los nervios no articulo palabra a lo cual tu me preguntas que me pasa. En ese mismo instante tenía dos respuestas para tu pregunta, la más razonable era decirte que no me pasaba nada, que estaba perfectamente, cuando en realidad me moría por besarte, cogerte y tenerte conmigo hasta que amaneciese y nunca soltarte. Nuestras manos se separaron y mis sueños se desvanecieron, tus manos volvieron a desaparecer entre la muchedumbre y las mías ya te echaban de menos.

Era extraño, hoy volvía a soplar el viento, hacía mucho tiempo que no lo notaba acariciandome la cara, las manos, el cuerpo...
Andaba, si, hoy volvía a pisar aquella arena qeu tantas veces pisamos tu y yo.
Era de día, no sé exactamente sobre que hora, pero suficiente para que el sol picase sobre mis hombros desnudos. Me subí en aquella barca, y pensé, ¿ qué se hizo de aquel día en que él y yo prometimos no volver a subirnos aquí ? ¿ Qué pasó ? Éramos tan felices ...
El agua me llegó a los piés, pues mira, siempre jugábamos a quien corría sin que el agua le toque, siempre él era más rápido que yo, sin duda.
Pasábamos hora y horas en el mar, y ahora solo es recuerdo; pero hoy yo, sola, volvía a estar en aquella playa, junto al mar, con los pies undidos en la arena, en aquel lugar donde nos conocimos, donde dejabamos nuestra toalla tendida.
Noté unas gotas frias en mi cara, ¿ eran sus ojos que lloraban ? Era estraña la sensación, notaba como si el tiempo volviera atrás, un frío intenso, contrastado en llanto de sus lágrimas dulces y cálidas, acariciando mi piel.
No le pude decir adiós, ahora me ha costado tanto poder olvidarlo, creía en que si volvía, igual todo volvería a ser como antes. ¿ Debe pensar aun en mi ?, ¿ en todo lo que vivimos ?

diumenge, 23 de maig del 2010




http://www.youtube.com/watch?v=6FakcPD2W0c


Mientes, me haces daño y luego te arrepientes, ya no tiene caso que lo intentes, no me quedan ganas de sentir y llegas cuando estoy a punto de olvidarte, busca tú camino en otra parte. Mientras busco el tiempo que perdi, que hoy estoy mejor sin ti.


Esperar a tener más de tres años para adentrarse al mundo de Playmobil sin atragantarse con las piececitas de los muñecos, esperar dos navidades para que te regalen aquella sorpresa que siempre deseaste o simplemente esperar a tener los dieciocho para ser mayor de edad y no depender de nadie. Pero… ¿Qué pasaría si la espera no te serviría de nada? Si pasas toda una vida esperando, dependiendo de las agujas de un reloj y de los días que contienen un calendario, aún sabiendo que no valdrá la pena. Que la persona a la que amas, aquella que te hace estremecer con una mirada, causa estragos en tu interior, e incluso mariposas en tu estómago al rozar la comisura de sus labios contra tu boca, no es más que un amor imposible. Que nunca podrás sentir su presencia si no es en una cena familiar rodeados de invitados o cada mañana al traer churritos a casa. Y que siquiera sabrás lo que es estar a su lado, pues jamás se atreverá a acariciarte las manos si no es clandestinamente al pasarte la panera en el almuerzo. Y es que la esperanza que e mantenido durante tanto tiempo, se ha desvanecido por completo. Finges amnesias para hacerte olvidar de los mágicos instantes que vivimos juntos, escondes todo lo que sientes y lo desembocas en sonrisas envueltas en hipocresía. Lo que me da a entender que lo nuestro no llegará a ningún lado, que seguirás viéndome como a aquella dulce e inocente niña que llevabas en brazos hace apenas unos años y que te importa más lo que piensen los demás que tu propia felicidad…

dissabte, 15 de maig del 2010


En 1924 un médico llamado Francois Boisent enumeró una a una, todas las anomalias físicas y mentales que se producen cuando una persona se enamora. Al principio, afirmaba Boisent, el enamoramiento tiene numerosas similitudes con procesos gripales, estado febril, dilatación de pupilas, palpitaciones, sudoración, temperatura alta y disminución de pensamiento periférico. El mal de amores cursa los primeros dias como un catarro, pero a lo bestia, hasta que el paciente se habitua a la presencia de la persona amada. Después, los síntomas en vez de remitir como sucede en los procesos gripales, se multiplican, el enamorado pierde el apetito, pasa las noches en vela con gran ansiedad y se entrega al aislamiento y la soledad. Y aunque el paciente sabe lo que le esta pasando no hay antibiótico, ni anti-gripal que le alivie, la vida sin la persona amada se convierte entonces en un infierno. En función del organismo afectado, su periodo de recuperacion puede ser de unos días o convertirse en una enfermedad crónica.. Un desasosiego para toda la vida...


El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una, pero aunque se parezcan los miedos son tan personales y tan diferentes como pueden serlo todas las familias del mundo. Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedos con los que uno aprende a ir conviviendo; hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia; el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás. Y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido... como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un señor encantador por la televisión, que decía que la felicidad es la ausencia del miedo. Y entonces me he dado cuenta de que últimamente, yo ya no tengo miedo..Librarse del miedo es como quitarse la ropa delante de alguien. A veces cuesta, pero cuando empiezas lo único que tienes que hacer es seguir, sin dudar, y de repente te das cuenta de que el miedo ya no te pertenece, ha desaparecido; como esa ropa que un día, dejas de usar...